Por José Luis Di Lorenzo – Lo Social
Durante el segundo gobierno radical, el de Alvear, los leales a Yrigoyen (“personalistas”) con motivo de la discusión acerca de la nacionalización del petróleo introducen la discusión acera del papel que debe cumplir el Estado. Su diputado Diego Luis Molinari introduce y da contenido a un debate que sigue hasta nuestros días:
«Hay una oposición y contraste extremos entre los distintos puntos de vista que aquí se han sostenido. Hay, en el fondo de esta cuestión, el debate secular, que se renueva en otras de las tantas bases y en particular sobre ésta del petróleo, acerca de si es el Estado o el individuo el que ha de primar en la regulación económica de los bienes que constituyen el patrimonio colectivo. La representación radical se inclina por el Estado, y entiende que en el Estado ha de estar el contralor de estas grandes riquezas. Tenemos pues una ideología definida con respecto a estos problemas, un programa de acción concreto, y bases legales explícitamente declaradas, que han de constituir el programa que desarrollará la Unión Cívica Radical interpretando el sentimiento colectivo de la Nación Argentina».
En tanto el líder radical dirá que “…no todos quieren comprender, o no alcanzan a definir, los medios precisos que deben ponerse en ejecución para que la transición y la renovación se realicen naturalmente, en cumplimiento de exigencias superiores de la Nación. Y ello sin hesitación, y también sin dividir al país en dos sectores irreconciliables: elegidos y réprobos. Naturalmente que me refiero a la doctrina en su fundamento ideológico, que es permanente; no a la técnica de su realización, que es temporal”[26], rematará.
[26] Hipólito Yrigoyen. Mi Vida y Mi Doctrina. 1923