Por lo que, entre la licencia contenida violentamente o la licencia con todas sus procacidades -y entre la prensa reprimida por juntas medidas o la prensa desenfrenada contra el gobierno- preferí como siempre la impunidad. Así he dejado que el abuso de la libertad se derivara en lo arbitrario, en lo insultante y agresivo, tanto más que lo que se quería y notaba visiblemente era llevarme al ejercicio de un gobierno de sangre y fuego, como desgraciadamente fueron los hábitos del pasado, en lo cual no incurriré jamás, por mis propias modalidades y por el deseo de inculcar e inducir a esos elementos a una mejor cultura y civilidad, como lo he pregonado siempre y es tributo de la Nación.
Memorial a la Corte Suprema de la Nación – Presidio de Martín García