Triste condición sería la de un país, si su prosperidad sólo hubiera de consistir en el fomento de sus intereses materiales. El progreso es preferentemente constituido por las fuerzas morales.
Las sociedades no avanzan con paso firme cuando los gobiernos no se inspiran en tan elevados conceptos; la prosperidad material que alcanzan está de antemano condenada a desaparecer en la disipación. Las fuerzas morales desarrolladas concurren a caracterizar la personalidad social, forman barreras de defensa contra los atentados y las arbitrariedades de los gobiernos, y permiten levantar, sobre las bases de una sólida fraternidad de voluntades, la grandeza colectiva.
Manifiesto del 13 de mayo dc 1905.
El progreso y las fuerzas morales