La riqueza de la tierra, como la del subsuelo mineral de la República, no puede ni debe ser objeto de otras explotaciones que las de la Nación misma
Mensaje al gobernador de la provincia de Santiago del Estero
La riqueza de la tierra, como la del subsuelo mineral de la República, no puede ni debe ser objeto de otras explotaciones que las de la Nación misma
Mensaje al gobernador de la provincia de Santiago del Estero
El país ha acumulado amargas experiencias sobre el manejo desordenado e imprevisor de las riquezas naturales que forman parte del patrimonio del Estado. Basta recordar lo acontecido con la tierra pública, cuya historia desastrosa mantiene una acusación ilevantable sobre las gobiernos del pasado, y que fuera enajenada a precios viles sin plan ni concierto -sustrayéndola a sus convenientes destinos económicos para hacerla servir de base a los extraordinarios enriquecimientos privados que se obtuvieron a expensas de la fortuna nacional-, para sentir la aspiración fervorosa y el propósito inquebrantable de que sea igualmente malograda la segunda gran riqueza con que los mandatos de la Divina Providencia han querido favorecer a nuestra tierra privilegiada.
Sobre el petróleo – Mensaje al Congreso Nacional
En la enormidad de los inmensos daños que causara el Régimen en su dominio detentador por tan largo tiempo y en la dilapidación del patrimonio y de la riqueza nacional, la tierra pública fué la más vorazmente arrebatada, apropiándosela en casos para sí, o enajenándola en otros en grandes latifundios, a vil precio, a trueque de fabulosas coimas. En esa perversión nada lo detuvo, por lo cual arrasó con los pobladores de todas las zonas de la República que residen en ellas en la sucesión de familias, desde las horas nacientes de la nacionalidad y con los modestos trabajadores que se arriesgaron a poblarlas.
Mensaje al Congreso Nacional